Mi Historia
Nací el 27 de octubre de 1984 en Mendoza, una tierra marcada por los vientos del zonda y los paisajes de viñedos que se extienden hasta donde alcanza la vista. Crecer en esta provincia fue como respirar tradición y trabajo. Mi familia, compuesta por mis padres, mis tres hermanos y yo, fue mi primer y más grande orgullo. Siendo el mayor, siempre sentí esa mezcla de responsabilidad y cariño hacia mis hermanos. Mis abuelos fueron viñateros y a ellos les debo muchos de los valores que me guían hasta hoy. Me enseñaron, con el ejemplo, que la tierra necesita tiempo y paciencia, al igual que la vida. A través de su esfuerzo, me inculcaron que, con trabajo, todo es posible.
Mi infancia fue feliz, despreocupada, llena de juegos y momentos compartidos con mi familia. Cada vendimia era un evento especial. Aunque no entendía mucho sobre el proceso, veía en los ojos de mi abuelo y mi padre un brillo único que, con los años, fui comprendiendo. Cada uva que maduraba, cada botella que se llenaba era el reflejo de su esfuerzo y pasión. Y así, entre esos días dorados bajo el sol mendocino, fui creciendo.
Con el tiempo, fui trazando un camino académico que me permitió especializarme en áreas que me apasionaban. Estudié para ser Contador Público Nacional y luego decidí que también quería transmitir mis conocimientos a otros, por lo que me formé como Profesor en Educación Superior en Ciencias Contables. Pero mi curiosidad y mi deseo de seguir aprendiendo me llevaron más allá. Me especialicé en Entornos Virtuales para la Educación, un área que cada día cobra más relevancia, y también en los Objetivos de Desarrollo Sostenible, una temática que creo es crucial para construir un futuro mejor. Actualmente, estoy cursando una Maestría en Administración Financiera, convencido de que el aprendizaje nunca termina.
Mi familia ha sido siempre mi pilar. Mis hijos son mi mayor motivación y mi pareja, incondicional. Ellos, junto con mis padres y hermanos, han sido el sostén emocional y la razón por la que sigo adelante en cada paso que doy. Sin su apoyo, no habría logrado lo que hoy soy. Ellos me enseñaron valores que considero esenciales: la honestidad, el respeto, el compromiso y la perseverancia.
Mi primer contacto con la política fue a los 19 años, cuando decidí unirme a la Agrupación Estudiantil Franja Morada. Recuerdo que me motivaba el deseo profundo de cambiar las cosas, de hacer del mundo un lugar mejor, aunque solo fuera para una persona. La política, entendida como herramienta de transformación social, me fascinó desde entonces. Sabía que no iba a ser fácil, pero el servicio público es una vocación que se lleva en el alma, y con el tiempo fui consolidando mi carrera política y profesional. Mis primeros pasos los di en el ámbito financiero, trabajando como Gerente en importantes empresas nacionales e internacionales, lo que me brindó una visión clara de cómo gestionar los recursos de manera eficiente.
Los desafíos en la vida son inevitables, pero cada uno de ellos me ha enseñado algo valioso. La política, como la vida misma, es un camino de aprendizaje constante. Pero mi mayor logro, sin lugar a dudas, ha sido ganarme la confianza de mis vecinos, quienes me eligieron para representarlos. Ellos son mi motivación diaria, y es para ellos que sigo trabajando, recorriendo los distritos, escuchando sus necesidades y buscando la manera de mejorar su calidad de vida.
Mi carrera profesional ha sido diversa, con roles que abarcan tanto el sector privado como el público. Durante el período 2010-2015, desempeñé el rol de Gerente Financiero Contable en diversas empresas nacionales e internacionales, donde gestioné la administración de grandes volúmenes de recursos y lideré equipos multidisciplinarios en entornos desafiantes. Posteriormente, entre 2015 y 2017, asumí el cargo de Gerente de Administración en el Hospital Central de Mendoza, una experiencia que me permitió gestionar con eficiencia los recursos en el sector público, garantizando la prestación de servicios críticos.